El evento deportivo más importante busca la sostenibilidad financiera en la capital francesa. Se quiere atraer por ello a nuevas ciudades aspirantes a organizarlos, ahora reticentes por los altos costes.
París tiene un gran reto y no es precisamente deportivo. La ciudad ultima los detalles para hospedar los trigésimoterceros Juegos Olímpicos de la historia. En apenas unos días, la capital gala reunirá cerca de 10.500 deportistas de más de 200 países en las casi tres semanas que dura las celebración. Desde el 26 de julio, la antorcha iluminará el Sena como símbolo de la apertura de la cita olímpica. París fue elegida como sede en 2017 en Lima (Perú), en un encuentro más bien atípico. No había otras candidaturas que aspirasen a hospedar los Juegos en 2024. ¿El motivo? La elevada factura económica que ha dejado esta celebración tras su paso por los cinco continentes. Los últimos juegos en Tokio, por citar un ejemplo, fueron unos de los más caros de la historia, con un presupuesto final que llegó a los los 13.600 millones de dólares (cerca de 12.700 millones de euros)...
El País. La medalla económica se le resiste a los Juegos Olímpicos: ¿serán los de París rentables?