Francia es el epicentro de una corriente que llena la novela gráfica de vidas reales de personajes famosos pero también menos reconocidos.
Hospital de mujeres. San Luis. Misuri. 1906. Nace una niña a la que no saben si bautizar como Freda o Josephine. Aunque para su madre siempre será Tumpie, porque, dice, “se parece a Humpty Dumpty, ese personaje que es como un huevo”. Apenas un bebé, sus padres, bailarines, la sacan a escena mientras bailan ragtime para un público enfervorecido. Unos padres que no se llegan a casar y se separarán pronto: el racismo penetra incluso en el interior de la comunidad afroamericana y la familia de él considera que ella es... demasiado negra. Es el inicio de la monumental novela gráfica –568 páginas– Josephine Baker (Salamandra/Finestres), creada por los franceses Catel Muller y José-Louis Bocquet asesorados por Jean-Claude Bouillon-Baker, uno de los 12 hijos de diferentes etnias adoptados por la mítica bailarina para formar la gran tribu arco iris con la que quiso dar un ejemplo de convivencia al mundo...
La Vanguardia: Los cómics apuestan por las biografías, desde Josephine Baker a Rosa Parks y Putin