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La iluminación en los espacios de trabajo

Mobiliar 
30/09/2021


Los cambios en el mundo laboral están generando nuevas reflexiones que replantean los ambientes de trabajo. Aspectos como el espacio, los materiales, la iluminación, los colores, juegan un papel fundamental en la eficiencia del trabajo.

¿Valen todas las luces para trabajar? La iluminación no solo ilumina, sino que transmite sensaciones y genera estados de ánimo, ayuda a la concentración, la atención y la relajación. Se puede decir que cada estado de ánimo se consigue con un tipo de luz.

Hoy los espacios de trabajo se pueden diseñar aprovechando los beneficios de cada tipo de iluminación. Mobiliar, compañía dedicada al equipamiento y mobiliario de oficina, comenta que “el diseño de luces debe ser una parte más en la concepción de la oficina y puede transformar completamente una estancia, contribuyendo a la modularidad y adaptabilidad de las zonas de trabajo”. Para tal fin, hay multitud de soluciones de iluminación: interruptores regulables, focos orientables, rieles, entre otros.

Entre los distintos tipos de luz, se pueden mencionar, la luz natural o de intensidad media, entre 4.900 y 6.500 lumen, la más apropiada para la vista, y para trabajar de forma tranquila y confortable. Este tipo de iluminación está recomendada para zonas comunes como cafeterías, halls de entrada o salas de conferencia, la luz natural o de intensidad media crea un ambiente amigable al mismo tiempo que mantiene a los trabajadores en alerta y con ánimo, combate la depresión y hace sentir a la persona más alegre.

Luz natural

Luz fría o azul, la más luminosa, de más de 6500 lumen, aumenta la atención, el rendimiento laboral, la vitalidad y reduce la fatiga y la somnolencia, es la más adecuada para zonas de trabajo, ayudando a la productividad y a mantener el cuerpo activo. También se aconseja para salas donde se realice brainstorming impulsando la emoción y la energía de las personas a la hora de compartir sus ideas.

Luz fría o azul

Luz amarilla, de intensidad hasta 2500 – 3000 lumen, es relajante, cálida y no interrumpe la producción de melatonina, por lo que hace sentir somnolencia. El cuerpo asocia la luz amarilla con el atardecer y su aproximación a la hora de dormir, por lo que introduce al cuerpo en un estado de calma. Es la adecuada para leer o realizar tareas que necesitan una concentración estable y equilibrada. Es adecuada para las zonas de descanso, proporcionando una sensación de confort e intimidad que contribuye también a generar confianza e incrementar la socialización.

Luz amarilla

Si hablamos del teletrabajo, Mobiliar recomienda la luz que tiene la propia estancia —ya sea de fuente natural o artificial— que suele ser de intensidad intermedia y estar en torno a 3500 lumen, y complementarla con una luz de mesa o escritorio, que añada más intensidad en momentos puntuales.

Hoy en día, muchas oficinas no disponen de una iluminación adecuada en perjuicio de la productividad y la felicidad de los trabajadores. Con el teletrabajo se podrá reflexionar cómo aprovechar mejor el espacio, no solo en términos físicos sino contemplando los aspectos de la iluminación.




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