El artista Juan Muñoz (1953-2001) afirmaba que la escultura era para él “un oficio hermoso y de hombres libres”, con el que podía desarrollar “un lenguaje de emociones”. Pero además de sus figuras, que se convirtieron en su principal forma de expresión, Muñoz encontró otras maneras de comunicarse a través de la escritura, de la obra sonora o del teatro; pero sobre todo, por medio de la ilustración. Él era el segundo de una familia de siete hermanos y su madre le contagió el amor por el arte y el dibujo, disciplina que le acompañó a lo largo de su vida. Él solía decir: “Dibujar es un placer, una tarea solitaria y muy hermosa. Siempre dibujo”. El Centro Botín de Santander, coincidiendo con su quinto aniversario, expone desde algunas de esas obras en la muestra ‘Juan Muñoz: Dibujos 1982–2000’...
El País: Juan Muñoz se descubre más allá de sus esculturas