Entrevistas 

Espacios íntimos, una conversación en Pekín

Vladimir Belogolovsky 
31/12/2019


Resulta revelador que un arquitecto de éxito afirme que, para él, la arquitectura sigue siendo una lucha. Así lo admite Gong Dong, y su declaración me sugirió, de inmediato, que íbamos a entablar ese tipo de conversación seria que conduce a profundizar de verdad en las intenciones de un arquitecto. En la arquitectura, según él, no hay otra alternativa que probar muchas opciones y confiar en los instintos propios. La trayectoria de Dong para convertirse en arquitecto en ejercicio fue larga y coherente. Estudiar arquitectura en la Universidad de Tsinghua, en su ciudad natal, fue algo que le sugirió su padre, profesor de ingeniería. Después de graduarse en 1994, Dong enseñó durante dos años en su alma mater, antes de obtener allí un máster en 1999. Durante sus años en Tsinghua, Dong compartió clases con Hua Li (TAO), y coincidió en la universidad con otros estudiantes que acabarían siendo destacados arquitectos ‘independientes’, como Zhang Ke (ZAO/standardarchitecture), Li Hu (Open Architecture), Xu Tiantian (DnA) y Wang Hui (Urbanus). Los años 1990 fueron fundamentales para forjar una nueva generación de arquitectos chinos con talento y ambiciosos. En este contexto, Dong decidió cursar otro máster de arquitectura en la Universidad de Illinois en 2001, y se quedó en los Estados Unidos con el propósito de adquirir una sólida experiencia práctica trabajando en algunos de los mejores estudios del país: el de Salomon Cordwell Buenz & Associates, en Chicago; y los de Richard Meier y Steven Holl, en Nueva York. Regresó a China en 2008 para fundar su propia oficina en Pekín, Vector Architects.

Vladimir Belogolovsky (VB): Ha realizado muchos y variados proyectos durante los últimos diez años. ¿Cómo califica su arquitectura? ¿Cuáles son sus preocupaciones actuales? ¿Hacia dónde quiere orientar su práctica profesional?

Gong Dong (GD): Mi idea de la arquitectura está cambiando. Supongo que durante los primeros años me dediqué a destilar lo aprendido en la escuela y en mi periodo de formación como arquitecto en ejercicio. Ahora me estoy haciendo preguntas diferentes y más profundas. Lo que noto es que, día a día, me pongo cada vez más en cuestión, intento aceptar nuevos desafíos. No estoy seguro de que mi trabajo esté progresando, pero sí puedo afirmar que mi arquitectura se ha transformado. Estoy intentando liberarme de lo que ya conozco y domino: quiero descubrir nuevos territorios. La arquitectura no va, simplemente, de ser eficaces. Estar demasiado cómodo y seguro de lo que haces resulta peligroso. ¿Cuál es el objetivo? ¿Se trata de dar salida a la expresión artística o de servir a las personas que finalmente vivirán en los espacios que construyes?...[+]


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