Espacios de especies

De las funciones animales a las formas humanas

31/07/2018


Siguiendo a Vitruvio, los arquitectos creyeron durante siglos que los edificios tenían un origen animal: que el hombre se construía la cabaña como el pájaro hacía su nido o el mamífero su madriguera, de tal modo que madriguera, nido y cabaña no eran sino tres manifestaciones del mismo orden natural. Más allá de esta creencia —que hoy subyace como ideología en la llamada ‘biomímesis’—, los modernos encontraron en las ‘casas para animales’ oportunidades para aplicar las tesis funcionalistas a contextos inesperados, planteándose una pregunta pertinente: si la forma sigue a la función, ¿cómo debería ser la forma derivada de las funciones animales? Las respuestas fueron variadas, y en realidad no todas coherentes con el funcionalismo: desde la elegantemente racionalista piscina de pingüinos construida por Berthold Lubetkin hasta el aviario –deconstructivista avant la lettre– de Cedric Price, pasando por los ecosistemas organicistas, expresionistas y brutalistas diseñados por Javier Carvajal en el Zoo de Madrid. Son ejemplos que muestran no tanto que los usos y costumbres de cada especie animal exigen por fuerza determinadas formas, cuanto que los arquitectos se apoyan en esos usos y costumbres para proponer la arquitectura que les obsesiona. Algo semejante ocurre con la selección de diez obras presentadas a continuación: todas ellas tienen tanto de funcionalismo animal como de benéfica arbitrariedad humana... [+]


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