Las vacas gordas cayeron con el Imperio Romano
Una investigación arqueológica sobre las tallas de los animales evidencia los riesgos de los sistemas de explotación que se saltan las limitaciones ecológicas y son insostenibles a largo plazo.
La alianza entre la ciencia y la historia construye espejos en los que puede mirarse la humanidad. A partir de una investigación sobre restos de animales de granja a lo largo de 1.700 años, las arqueólogas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Ariadna Nieto-Espinet y Silvia Valenzuela Lamas han podido determinar el impacto de los sistemas económicos de casi dos milenios y concluir que estos no fueron siempre los más sostenibles a largo plazo ni los más resilientes ante las crisis. El estudio detalla cómo el Imperio Romano alteró los tamaños y las especies domésticas para favorecer explotaciones intensivas. Pero su caída devolvió la sociedad a tiempos más remotos. Los restos de la ganadería son indicadores clave de una catástrofe de la civilización que afectó a todos los aspectos de la vida, desde los utensilios de cocina (llegó a desaparecer la cerámica habitual entonces) hasta las formas de construcción. Valenzuela advierte: “Pasar por encima de las limitaciones ecológicas supuso un retroceso de siglos”. Y Nieto-Espinet añade: “Hay un paralelismo con la época actual”...
El País: Las vacas gordas cayeron con el Imperio Romano