«Todo sistema que no otorga el derecho de decisión a aquellos que deben sufrir los riesgos que se derivan de una decisión mal tomada, es un sistema inmoral. Ahora bien, este es exactamente el proceso que siguen actualmente los arquitectos y urbanistas: ellos toman las decisiones y los usuarios cargan con los riesgos.»
La lectura de esta cita, extraída de Hacia una arquitectura científica (1973), la famosa obra del arquitecto franco-húngaro recientemente fallecido a los 96 años, bastaría sin duda para despertar la simpatía de cualquier profesional partidario de una estrategia participativa en la construcción de la ciudad. Serviría también para poner de manifiesto que, después de casi medio siglo transcurrido desde esta formulación, el ‘derecho de decisión’ de los usuarios sobre su entorno sigue siendo una meta, sobre todo en los términos radicales en que lo planteaban tanto Friedman cuanto otros profesionales cuya obra alcanzó la madurez entre finales de los años 1950 y finales de los 1970, como Aldo Van Eyck, Ralph Erskine, John C. Turner, Bernard Rudofsky, Christopher Alexander, Lucien Kroll o Giancarlo De Carlo... [+]