Si, como dice el diccionario de la RAE, una ‘infraestructura’ es una «obra subterránea», entonces el proyecto de la futura estación intermodal de Gangnam, en Seúl, literalmente lo es. Dominique Perrault y Junglim han sido los ganadores de este concurso en el que el arquitecto francés ha tratado, de nuevo, un tema que, desde hace años, le viene obsesionando: la arquitectura enterrada. Con su tamaño semejante a un aeropuerto y su plaza verde superior, la estación de Hangnam sigue así la estela de otras obras semejantes de Perrault, como la Plaza Garibaldi en Nápoles o la Universidad de Ewha, también en Seúl.