Exposición 

Contemplación de Paco Gómez

Antonio Muñoz Molina   /  Fuente:  El País
03/04/2021


El oficio de sastre debió de enseñarle al fotógrafo esa concentración que solo se consigue en la conjunción de la mirada y la destreza de las manos.

Las fotos de Paco Gómez en la Academia de San Fernando son un secreto bien guardado en el interior de otro secreto. La Academia de San Fernando es un museo prácticamente secreto que tiene una fachada formidable y está en el mismo centro de Madrid. Me alegró verla con mucho público, a pesar de las cautelas de la pandemia, en la gran exposición fotográfica de Galdós del año pasado, reflejo de un libro de Publio López Mondéjar, que tiene una visión erudita y generosa de la fotografía, y que encarna en sí mismo la historia completa de ese arte tantas veces maltratado en España. Pero lo habitual de las salas de la Academia es que haya poca gente y reine el silencio, lo cual favorece la contemplación y la acompaña de algo tan esencial para ella como la pérdida del sentido del tiempo. Silencio y tiempo detenido lo envuelven a uno cuando se detiene, por ejemplo, delante del Sueño del caballero, de Antonio de Pereda, donde un ángel afable le muestra a ese hombre dormido el catálogo de todos los vanos bienes terrenales que irá perdiendo con el paso de los años y le serán arrebatados del todo por la muerte: el oro, las perlas, los naipes, la música, las rosas, las máscaras del carnal y del teatro, las armaduras, los mapamundis, las mitras, las coronas, las tiaras papales, las armas de fuego, los saberes de los libros. Las “vanidades” de Antonio de Pereda son menos truculentas que las de Valdés Leal. En el retrato de la fugacidad de las cosas hay celebración y melancolía, no denostación acusadora...

El País: Contemplación de Paco Gómez




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