Bruno Taut (1880-1938) tuvo una vida errante e intensa y su obra fue prolífica y comprometida, pero sobre todo fue diversa. Y diversa ha sido también la fortuna historiográfica de esa obra. Pevsner y Giedion sólo le mencionan como autor del Pabellón para la Industria del Vidrio de la Exposición del Werkbund en Colonia (1914). Benevolo valora fundamentalmente su tarea como urbanista y constructor de Siedlungen. Para Banham, el citado pabellón «es la combinación de vidrio y acero más brillante lograda por arquitecto alguno en los años inmediatamente anteriores a 1914».
En 1970 se publicó la primera monografía que aborda las numerosas facetas de la obra de Taut. Su autor, Kurt Junghans, narra las vicisitudes de su elaboración en uno de los artículos que integran este libro. Aquel trabajo fue el germen de muchas otras publicaciones que tuvieron un momento álgido en 1980, centenario del nacimiento del arquitecto. En esta monografía última, los cuatro editores y hasta otros trece autores llevan a cabo el estudio más completo, hasta el momento, sobre Taut. La primera mitad analiza toda su obra a través de diez capítulos que tratan diversos temas cronológicamente. A continuación, seis ensayos se detienen en aspectos concretos de la actividad del arquitecto; algunos poco difundidos antes, como su relación con el cine.
El insoslayable ensayo dedicado a las viviendas aborda uno de los temas más sugerentes: sus ideas sobre el color en la arquitectura, que Taut puso en práctica preferentemente en los edificios residenciales. Las fotografías que lo ilustran son motivo de satisfacción no sólo por su calidad, sino porque en ellas se puede constatar la reciente y anhelada restauración de los edificios.