Arquitectura geológica en la era global

Barry Bergdoll 
01/01/2016


Como los espectaculares paisajes de las islas Canarias, los edificios de Fernando Menis —muchos gestados durante un largo proceso desde el encargo hasta la terminación— parecen haber sido concebidos a partir de una erupción de energía creativa y perfeccionados a lo largo del tiempo por fuerzas que van esculpiendo tanto el diseño como los materiales. En la poesía de sus formas primordiales, el vocabulario arquitectónico de Menis ha evolucionado durante más de treinta años en diálogo con el paisaje volcánico de su tierra natal, Tenerife. Dominada por el tercer volcán más grande de Europa, pero abierta por todos sus frentes a las impresionantes vistas del océano Atlántico, la isla de Tenerife es el crisol desde el cual Menis ha creado lo que podríamos llamar una arquitectura geológica moderna. Sus edificios, parques y proyectos paisajísticos surgen como objetos casi naturales, extraídos de los estratos geológicos y los monolitos de las islas y esculpidos después por las fuerzas del viento y el agua —así como por el programa y por las tecnologías de la construcción— antes de conversar nuevamente con los materiales importados —acero o paneles de metal— que se introdujeron en las islas en las idas y venidas europeas a lo largo de los siglos. Situado políticamente en el punto más al suroeste de Europa, el archipiélago está bañado por la intensa luz de esta latitud en el límite de los Trópicos, con una cara orientada hacia las costas africanas cercanas y la otra hacia el Nuevo Mundo...[+]


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