Alejandro de la Sota, 1913-1996
Poética de la levedad
Entre los libros de nuestra biblioteca hay dos destacados por su desgaste: el paperback de Le Corbusier y la monografía de Alejandro de la Sota. Son nuestros libros más leídos. Mucho nos hablaron los profesores de Le Corbusier; muy poco lo hicieron de Sota y, por ello, tuvimos la sensación de descubrir una arquitectura excepcional que creíamos ignorada por la mayoría que, en aquel momento, orientaba su mirada hacia la postmodernidad.
Alejandro de la Sota nació en 1913 en Pontevedra. Estudió arquitectura en Madrid, carrera que interrumpió durante la Guerra Civil, y que finalizó en 1941. En dicha ciudad estableció su residencia definitiva. Comenzó su andadura profesional en la posguerra, una época pobre en economía e ideas, en la que adoptó el uso de los materiales que mejor conocía: la piedra de su Galicia natal y la cal de la arquitectura vernácula. Frente a la arquitectura oficial nacida del Beaux Arts o del estilo escurialense, Sota optará por la sobriedad de la arquitectura popular. De esta época son el pueblo de Esquivel (1955) («un intento de tomar como maestros a quienes siempre hicieron los pueblos»), el Poblado de Fuencarral B (1955), la vivienda en la calle Dr. Arce (1955) y, en coherencia con estas propuestas, la reforma de su propia vivienda en Madrid (1952), que muestran la austeridad en el habitar, la utilización plástica de los materiales y una gran sensibilidad estética...