Reservado, con el ceño fruncido, el aire siempre un tanto alerta. Las expresiones y la gestualidad de Roger Diener contrastan con la efusividad de los ibéricos, sus abrazos, sus fuertes golpes en la espalda, sonoros y ritmados como un repiqueteo de castañuelas. Sus declaraciones fueron concisas, sobrias y reflexivas, y sus respuestas muy precisas.

François Chaslin (FC): Roger, vamos a conversar sobre un tema descrito por Luis Fernández-Galiano con el término ‘lo común’, en su doble acepción: la que lo vincula a los valores compartidos y los sentimientos colectivos, y aquella que, de una manera más prosaica, cabría asociar con lo banal u ordinario. Y todo esto en el contexto de la crisis actual que, por supuesto, obsesiona a España y también a muchos países europeos, con la excepción, quizá, de Suiza. Durante mucho tiempo, lo común, lo banal, ha constituido, si no una consigna, sí al menos uno de los ejes de tu trabajo. ¿Cómo concibes lo banal, en especial aquello que atañe a la convención y las tradiciones?...