Ródchenko y Popova se conocieron probablemente en marzo de 1916 en Moscú, donde ambos participaron en la exposición ‘El Almacén’ con sus primeros trabajos pictóricos realizados con el lenguaje cubista que muy pronto había viajado a Rusia desde París. Desde entonces, sus trayectorias mantuvieron ciertos paralelismos y frecuentes puntos de contacto, que la exposición que reúne en el Museo Reina Sofía de Madrid un conjunto extensísimo de sus obras descubre con enorme claridad y orden. Los dos participaron con entusiasmo ingenuo en la actividad revolucionaria y en la organización del estado soviético. Y los dos buscaron con su obra unos nuevos paradigmas formales que pudieran acordarse con el ‘nuevo hombre’ que la Revolución Soviética estaba inventando y sus inéditas condiciones sociales. Sus vidas se cruzaron también a través de Varvara Stepánova, que compartió con Ródchenko la casa y el taller, y con Popova la condición femenina y la difícil tarea de ser, al tiempo, madre y artista de vanguardia... [+]