El centro de formación de Chwiter, situado en las afueras de Marrakech y diseñado por Anna Heringer, Martin Rauch, Elmar Nägele, Ernst Waibel y Salima Naji, tiene como objetivo ofrecer a los jóvenes formación profesional. En este contexto, la construcción del propio edificio se ha concebido como una lección sobre cómo conciliar técnica y cultura. El diseño del complejo se inspira en dos tipos edificatorios tradicionales de Marruecos: la ksar (el poblado bereber), y la madrasa urbana, como alusión a las funciones educativas del centro. El resultado de estas influencias es una pieza cualificada por patios y jardines, arraigada en el lugar, y que se basa en las estrategias bioclimáticas tradicionales para combatir el rigor del clima local.