«Un símbolo de la convivencia que evoca el nombre de Andalucía y que atestigua que Córdoba es el futuro, no sólo el pasado». Así se refirió el jurado de los premios Aga Khan al Museo Madinat al-Zahra, del estudio madrileño de Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano (véase AV Monografías 129-130), uno de los cinco proyectos galardonados con el Premio Aga Khan de Arquitectura 2010, en el transcurso de una ceremonia celebrada en el Museo de Arte Islámico de Doha, en el emirato de Qatar. Inaugurado en 2009, el edificio alberga un museo y la sede institucional del recinto arqueológico de la ciudad palatina que tras su fundación por Abd al-Rahman III al-Nasir fuera capital de Al-Andalus, hasta el final del califato omeya en el siglo X, y centraliza las tareas de investigación, conservación y difusión de los restos, que constituyen una de las más valiosas joyas del arte islámico en la península. El jurado valoró especialmente la humildad y la armonía con la que el museo se funde con el paisaje, renunciando a erigirse como protagonista y adoptando una actitud subordinada respecto al patrimonio que se exhibe en el yacimiento.
Los otros proyectos premiados en esta edición han sido la recuperación del valle fluvial Wadi Hanifa, en Riad, Arabia Saudí, de Moriyama & Teshima con Buro Happold; la revitalización del centro comercial de Túnez, promovida por la Association de Sauvegarde de la Medina de Tunis; la factoría textil Ipekyol en la ciudad turca de Edirne, de Emre Arolat; y la escuela-puente en Xiashi, China, de Atelier Li Xiaodong.
El Premio Aga Khan de Arquitectura fue creado en 1977 por Su Alteza el Aga Khan, con objeto de mejorar la comprensión y el aprecio de la cultura islámica a través de sus expresiones arquitectónicas. El galardón reconoce ejemplos de excelencia arquitectónica, atendiendo a aspectos como la vivienda social, la mejora de la comunidad, la restauración, reutilización y conservación de las áreas históricas construidas, así como el paisajismo y el medio ambiente.