En el año 2003, coincidiendo con la capitalidad cultural europea de Graz, una gigantesca burbuja de plástico azul con extrañas protuberancias surgió entre los tejados picudos del casco antiguo de la ciudad. El edificio alienígena, obra del ex-Archigram Peter Cook y su socio Colin Fournier, ha sido muy publicado (véase Arquitectura Viva 93), pero aún no contaba con una monografía que desentrañase tanto su concepción como su ejecución material. Este tomo presenta el proceso seguido por el friendly alien desde los croquis del proyecto ganador del concurso —capítulo en que se echa de menos la aparición de las otras propuestas premiadas— hasta su inauguración. El análisis estructural y constructivo se confía a abundantes gráficos en 3D; y la fachada interactiva a base de fluorescentes, auténtica interfaz entre el centro de arte y la ciudad, merece capítulo propio.