Incluso de noche los taxis y las limusinas, que en fila aguardan a los clientes frente al aeropuerto de Dubai, mantienen en marcha sus motores. El viajero al caminar a su lado, recibe sofocantes bocanadas de aire caliente y también la primera noticia de que ha llegado al país donde todo es posible, aire acondicionado mediante. No hay otro clima habitable en el Golfo Pérsico que no sea el artificial. El paradigma del materialismo era para Woody Allen preferir el aire acondicionado al Papa, pero en esta zona del mundo se trata más de una cuestión de supervivencia que de filosofía. Consecuentemente, la temperatura interior de los taxis está próxima al punto de rocío y por extensión todo espacio arquitectónico es una nevera. Gracias al invento de Carrier, el siglo XX pudo colonizar penínsulas pantanosas como Florida y ahora está haciendo habitable el tórrido desierto del Golfo. Sorprende que no exista un premio Carrier que le exculpe de una creación, que a la larga, ha resultado ser más dañina que la dinamita de Nobel... [+]