Siguiendo la estela de otras colaboraciones fructíferas entre músicos y arquitectos —Nono/Piano; Le Corbusier/Xenakis—, la nueva sede para la New World Symphony en Miami es el resultado del trabajo conjunto de Frank Gehry y el director y fundador de la NWS Michael Tilson Thomas. Concebido como un laboratorio musical, el edificio alberga, además de aulas de enseñanza y un espacio cultural al aire libre, un auditorio cuyo diseño rompe la tradicional distancia emocional entre el público y los intérpretes, abriéndo su espacio al disfrute democrático de la música.