Norman Foster ha ganado el concurso para construir un nuevo rascacielos en el corazón de Manhattan, con una propuesta que se ha impuesto finalmente a las de los otros tres finalistas: Richard Rogers, Rem Koolhaas y Zaha Hadid, en una convocatoria a la que también fueron invitados Herzog & de Meuron, Richard Meier, la firma KPF (Kohn, Pedersen & Fox), Fumihiko Maki, Renzo Piano, Jean Nouvel y Christian de Portzamparc.

El nuevo rascacielos ocupará el solar del edificio existente en el 425 de Park Avenue, construido en 1957 y con una altura de 31 plantas. Tras conocer el resultado del concurso, Norman Foster ha explicado su propuesta en el contexto de su relación personal con Nueva York, que se remonta a sus días de estudiante en Yale, cuando las torres de Park Avenue eran como «un imán para todo arquitecto joven». Para el británico, «ver de primera mano las obras de Mies van der Rohe, Gordon Bunshaft, Eero Saarinen y Philip Johnson fue tremendamente emocionante entonces», y el objetivo de su proyecto será «crear un edificio excepcional, a la vez contemporáneo e intemporal, y respetuoso con su contexto». El edificio estará destinado a oficinas, y sus promotores, L&L Holding Company y Lehman Brothers Holdings, prevén que esté terminado a finales de 2017.