Fruto de la colaboración entre los ingenieros Ney & Partners y el estudio de arquitectura William Matthews Associates, este puente peatonal entre acantilados y sobre un desnivel de 58 metros recrea la pasarela que una vez unió las dos partes del castillo medieval de Tintagel, en el condado inglés de Cornualles. Dos voladizos de acero independientes de 30 metros de largo se extienden y casi se tocan en el medio. Esta brecha de 40 milímetros permite que el puente se expanda y se contraiga con los cambios de temperatura. Los dos voladizos se construyeron en Devon durante un año y se transportaron a Cornualles en piezas de cinco toneladas. El proceso de montaje duró sólo dos semanas. El proyecto ha ganado varios premios y recientemente ha sido preseleccionado para el Premio RIBA Stirling 2021.

Foto: English Heritage Trust