Patrocinado por Creative Foundation, una organización sin ánimo de lucro, la Trienal de Folkestone acoge una selección de obras de arte público, que durante los meses que duró el evento colonizaron algunos enclaves emblemáticos de la localidad inglesa. Es el caso de este pabellón diseñado por el artista Gabriel Lester, que se posa sobre la cabeza de un viejo viaducto ferroviario de ladrillo para cobijar eventos al aire libre.

Aparentemente etérea, la pieza está formada por tres familias constructivas. La primera, de carácter estructural, consiste en un entramado de andamios estandarizados y construidos con piezas de acero vinculadas mediante uniones machihembradas, y que, gracias a sus apoyos telescópicos, pueden adaptarse a las irregularidades del emplazamiento.

Ligera y modular, esta estructura se reviste con las tablas de madera que normalmente se utilizan para configurar las plataformas de trabajo de los andamios, pero que, una vez descontextualizadas, sirven aquí para conformar los 100 metros cuadrados de superficie que ocupan los faldones, gradas y forjados del pabellón.

La tercera familia corresponde a una celosía tridimensional: una especie de cáscara de 12 x 6 metros de lado y 13 metros de altura, construida con más de 3.800 metros lineales de cañas de bambú unidas entre sí con cuerdas y conectadas mediante piezas metálicas a la estructura resistente de los andamios. Dispuestas vertical y horizontalmente de acuerdo a diferentes grados de permeabilidad, las cañas confieren al pabellón su carácter evanescente y orgánico.