Situado en Kangbashi, uno de los nuevos distritos de la ciudad de Ordos creados sobre terrenos ganados al desierto de Gobi, el museo responde al particular planeamiento urbano de la zona —un masterplan de estricta geometría radial en torno a una gran plaza central que dibuja un simbólico sol— adoptando una forma irregular y orgánica que contrasta con la rigidez que lo rodea. El gran caparazón que forma la estructura del edificio, de cuarenta metros de altura, está cubierta de una piel de lamas de acero pulidas que reflejan y diluyen el entorno en el que se inserta, y encierra en su interior unos espacios que nada tienen que ver con la realidad urbana circundante.

Con cinco plantas más una subterránea y una superficie construida de 41.227 metros cuadrados, el museo está dividido en diferentes salas expositivas, y todas ellas confluyen en un espacio público común de paredes curvilíneas que atraviesa todo el edificio, iluminado a través de los lucernarios de vidrio de la cubierta, con muros luminiscentes que canalizan la luz y ventilado de forma natural a través del sistema de lamas de la fachada. Se crea así un espacio luminoso, tranquilo y fluido que busca transmitir a los visitantes una sensación totalmente diferente a la que experimentan en el exterior del museo...[+]