Durante el siglo XX, el modelo de crecimiento urbano de Medellín y de otras muchas ciudades colombianas se desarrolló según los principios modernos de la planificación sectorial. Su ortodoxa aplicación a la realidad del país produjo, sin embargo, una mayor segregación espacial de la población, profundizando, por otro lado, en los tradicionales desequilibrios territoriales, de tal modo que este aumento de la distancia cultural y social entre las capas de la población indujo el desarrollo de grandes zonas marginales, situadas en las periferias de las ciudades y marcadas por una creciente violencia.

La administración local de Medellín reaccionó a esta coyuntura canalizando la inversión municipal a través de una serie de Proyectos Urbanos Integrales (PUI) que se desarrollaron a partir de tres estrategias fundamentales: intervenir físicamente en las zonas más conflictivas con el fin de crear ambientes seguros; promover la participación comunitaria para avanzar cívicamente hacia la resolución de los conflictos y tratar los problemas a una escala territorial. En el denominado sector Nororiental, el desarrollo de estas estrategias —que implicó la construcción de bibliotecas, colegios y otras dotaciones— se apoyó en el trazado de la línea K de Metrocable: una singular infraestructura de transporte masivo por cable aéreo que, frente a otros ejemplos como los de Caracas y Río de Janeiro, se concibe, sobre todo, como un medio de desarrollo social. La nueva línea conectó la estación de Acevedo del sistema de metro de Medellín —ubicada en la cota 1.470— con el cerro Santo Domingo Savio, en la cota 1.750, y permitió asimismo ampliar en 9.000 metros cuadrados las zonas públicas urbanizadas de la zona, que se dispusieron en torno a las tres estaciones erigidas sobre la ladera del cerro. Desde su inauguración en 2004, la obra ha beneficiado a más de 170.000 personas, cuya calidad de vida ha mejorado gracias a que la infraestructura, a la par que permite ahorrar mucho tiempo en los desplazamientos, ha abierto el enclave a nuevos intercambios, reactivando de este modo la economía de los barrios afectados.


Obra

Línea K de Metrocable y PUI (Proyecto Urbano Integral) Nororiental, Medellín.

Cliente

Ayuntamiento de Medellín.

Arquitectos

Alejandro Echeverri Restrepo, Carlos Mario Rodríguez Osorio, Carlos Alberto Montoya Correa (PUI); Empresa de Transporte Masivo del Valle de Aburrá Limitada (Metrocable).

Colaboradores

I. Arcos, L. F. Arango, A. Benítez, H. J. Cruz, C. E. Hurtado, E. Henao, E. Idárraga, M. I. Mendoza, C. D. Montoya, O. Montoya, J. O. Ortiz, D. A. Pino, F. M. Orsini, C. J. Portillo, O. M. Santana, A. M. Vergara.

Consultores

César Augusto Hernández Correa (project management).

Fotos

Empresa de Desarrollo Urbano.