Como un injerto asiático que actualiza el tipo edificatorio tradicional —los sencillos cobertizos que definen el paisaje de un estado de carácter eminentemente agrícola como Kentucky—, este complejo de servicios se destina al repostaje y aparcamiento de la maquinaria agrícola, así como al almacenamiento estacional del heno y el grano producidos en un latifundio de más de 800 hectáreas de extensión, dedicado a la agricultura y a la conservación de la vida salvaje, en torno a los cuales se desarrollan otras actividades lúdicas complementarias.

Concebido a partir de una estrategia sostenible integral —por la cual el proyecto ha merecido la certificación LEED Oro, la primera en el ámbito de la edificación agrícola— la intervención se funda en estrategias bioclimáticas pasivas, decididamente low-tech, inspiradas en sistemas locales basados en el conocimiento específico de las condiciones del clima regional y de sus características paisajísticas.

Los diferentes elementos del programa se distribuyen en un silo y dos graneros, cuyo replanteo ha tenido en cuenta los requerimientos de accesibilidad y circulación de la maquinaria agrícola pesada. Con el fin de atenuar el impacto de la huella del edificio, se han dispuesto superficies drenantes para recuperar parte del agua de lluvia para el riego de zonas ajardinadas con especies autóctonas, permitiendo que el resto vuelva a filtrarse hasta la capa freática, proceso al que ayuda asimismo la eliminación de las canaletas convencionales y su sustitución por un sistema de cunetas drenantes dispuestas en torno a los edificios.

Además de un silo, el complejo cuenta con dos edificios cuya construcción responde a los requerimientos específicos de su uso. El primero, destinado a las zonas de trabajo y almacenamiento, está revestido con paneles de chapa de acero corrugado, fijados a una estructura prefabricada convencional de madera, cuyos elementos portantes —bases de los pies derechos, pasadores de fijación, etc.—, tradicionalmente ocultos, se manifiestan y ponen en valor como elementos de diseño. Por su parte, los espacios interiores se proveen de luz natural y ventilación gracias a un grupo de ventanas practicables de suelo a techo.

El segundo edificio, un largo cobertizo usado para almacenar el heno y la maquinaria, remata sus testeros con dos ornamentos de estética oriental formados por celosías de bambú autóctono recolectado en una plantación situada a tan sólo 55 kilómetros del enclave. El carácter ligero y permeable de estas celosías, orientadas de manera adecuada, permite el secado del heno gracias a la ventilación natural.


Obra

Edificios de servicios, granja Mason Lane, Goshen, Kentucky.

Arquitecto

De Leon & Primmer Architecture Workshop.

Consultores

Steve Leonard Consulting Engineer PLLC (estructuras); Mark Boardman, Lichtefeld Inc. (instalaciones).

Contratista

Lichtefeld, Inc.

Fotos

De Leon & Primmer Architecture Workshop..