En la provincia china de Jiangsu, al este del país, Changzhou es una ciudad de 2.500 años de antigüedad con una densa red de ríos que se está convirtiendo en el nuevo polo industrial y tecnológico de la próspera zona del delta del Yangtsé. Allí, la oficina de Hamburgo Von Gerkan, Marg and Partners Architects (gmp), ha finalizado la construcción de un colosal complejo cultural con un museo de arte, una biblioteca, un hotel, oficinas y espacios comerciales que será un nuevo punto de encuentro para los ciudadanos. El proyecto, ganador del concurso internacional celebrado en 2012, está formado por seis pabellones de 50 metros de altura que se combinan entre sí generando un extenso espacio público.

Inspirado en la relación de Changzhou con el agua, el complejo aparece como un puente, que representa el vínculo entre tradición e innovación, sobre un patio hundido continuo a modo de río que rompe en diagonal la rigidez modular del conjunto y lo conecta con la ciudad. Seis cubos individuales de 50 metros de altura se vacían por dos de sus caras y al rotar generan entre ellos diferentes espacios urbanos cubiertos para exposiciones y actividades públicas, creando un conjunto capaz de albergar un programa muy variado. Cada módulo consta de tres elementos estructurales: los núcleos de hormigón armado dispuestos en una esquina; unos niveles de hormigón que los conectan formando un núcleo rígido; y una estructura ligera de acero en voladizo desde los lados del área central. El edificio cuenta con dos tipos de fachada: en los tramos verticales, líneas horizontales de piedra de altura variable se interrumpen con franjas de vidrio de altura constante; en los curvos, una subestructura anclada al voladizo sostiene una superficie acristalada. Durante el día, las líneas de piedra blanca producen un fuerte contraste rítmico con el acristalamiento oscuro en el exterior y bajo los voladizos; por la noche, cuando los edificios se iluminan desde el interior, los arcos acristalados alumbran las áreas públicas cubiertas.