Encargada de la arquitectura, la ingeniería y la planificación, la firma SOM (Skidmore, Owings & Merrill), en colaboración con la Agencia Espacial Europea y el Instituto de Tecnología de Massachusetts, ha diseñado Moon Village, un asentamiento humano permanente para la superficie lunar. Basada en los conceptos de resiliencia y autosuficiencia, la iniciativa se sitúa en el cráter Shackleton. De esta manera, se aprovecharían los recursos naturales de esta zona como la luz solar constante que recibe durante todo el año lunar para obtener energía, realizar experimentos y generar alimentos, así como el agua congelada de las depresiones permanentemente sombreadas del cercano Polo Sur de la Luna para crear aire respirable, propulsar los cohetes de transporte y apoyar otras actividades industriales.
Con tres y cuatro alturas, los módulos inflables destinados a espacios de trabajo y residencias están presurizados y se expanden según las necesidades. Estas estructuras están protegidas con un revestimiento que utiliza regolito para resistir a las temperaturas extremas, la radiación y las diferencias de presión.