Para comprender el genuino sentido del libro Welcome to Espaiñ (Actar, 2009) debemos emparentarlo a Lucky Looks: Lugares de España fotografiados por Jordi Bernadó para Banco Sabadell (Actar, 2008). Efectivamente, estos dos compendios se configuran como volúmenes complementarios, aunque cada uno de ellos retrate realidades o, mejor dicho, ficciones dispares entre sí de un mismo territorio: Espaiñ. Asimismo, el libro objeto de esta recensión se relaciona con otras dos publicaciones del autor: Welcome Utopia (Fundació La Caixa, 2002), que inauguró su serie de bienvenidas, en aquel caso sobre ciudades y pueblos estadounidenses, y la versión ampliada de Espaiñ, esta vez, a Europa (Actar, 2010). Captar realidades y narrarlas de forma distinta desde publicaciones emparejadas —otro ejemplo, Good News* (Actar, 1998) y Very Very Bad News (Actar, 2002)— es, pues, una constante de Bernadó.
La presentación gráfica de Welcome to Espaiñ —idéntica para Lucky Looks y Europa— consiste en encuadrar cada fotografía en una página apaisada alrededor de un margen que, generalmente, se contrapone a la fotografía de la página opuesta. Esta composición genera una serie de interacciones (por analogías y contrastes) entre las imágenes enfrentadas, que crean «un tercer significado diferente de los originales», tal como señala Giovanna Calvenzi en su texto introductorio. Del mismo modo, la portada y contraportada, diseñadas como reflejo de la maquetación interior, establecen esa reciprocidad de significaciones entre ambas. El título, Welcome to Espaiñ, está sacado del grafiti pintado sobre el contenedor de la imagen de la cubierta, otro mecanismo semántico recurrente en sus ‘foto + grafías’.
En Espaiñ, Bernadó retrata construcciones anodinas y colecciones de objetos presentados frontalmente y en primer plano; por el contrario, en Lucky Looks capta paisajes panorámicos, naturales o urbanos, de lejanos horizontes y cielos radiantes. Si en éste el fotógrafo disimula e inhibe su propia afectividad, mostrando una suerte de miradas sobre los tópicos panoramas deshabitados y al aire libre, en Espaiñ el autor despliega su mirada más irónica, perversa y juguetona, capturando temas triviales e innobles —‘cosas de cocinas’ o ‘rhopo-fotografías’, tal como afirma en su presentación Juan José Lahuerta—. Sus motivos son construcciones y personajes de cartón-piedra, cera, papel, pintura; detalles procedentes de polígonos industriales, puertos, carreteras, escaparates, clubs, medianeras, parques de ocio, interiores, cementerios, espacios culturales y, como en Lucky Looks, paisajes, si bien éstos como historietas extractadas de la realidad. Ambas publicaciones son, pues, dos miradas complementarias sobre España.
Bernadó, sin embargo, repite algunas de las fotografías en ambos libros. Por ejemplo, aquella en la que aparece la palabra ‘arte’ vista por su reverso —selección de las letras que anuncian, a lo Hollywood, la población zaragozana de Cuarte de Huerva—. Si en Espaiñ se publica en solitario, en Lucky Looks está emparejada a una visión lejana de Guadalajara a través del toro de Osborne. Así, la misma instantánea adquiere, según su disposición en el discurso narrativo, un sentido y un valor singular: en la primera, como articulación lingüística y semántica que habla —y se mofa— del tópico ‘España, con mucho arte’; en la segunda, como paisajes rural-urbano-industriales enmarcados por vallas publicitarias. El fotógrafo, pues, permuta y multiplica las significaciones según el hilo narrativo de cada edición. Éste se libra así de documentar la realidad para pasar a crearla y narrarla. Nos cuenta una fábula, susceptible de distintas interpretaciones según quién y cómo las mire: Welcome, Looks!