Con motivo del nonagésimo aniversario del arquitecto Jørn Utzon, nacido en Copenhague el 9 de abril de 1918, acaban de aparecer dos nuevos volúmenes: Sketches. A Tribute to Jørn Utzon, de Arkitektens Forlag y la monografía titulada Kuwait National Assembly de la editorial Bløndal.
La primera parte de A Tribute to Jørn Utzon recoge el homenaje al maestro danés que una serie de arquitectos de renombre internacional realizan mediante cartas de felicitación: Lene Tranberg, Rafael Moneo, Tadao Ando, Henning Larsen, Richard Leplastrier o Glenn Murcutt, entre otros.
En la segunda parte, Michael Asgaard Andersen reflexiona sobre el papel del dibujo en la obra de Utzon. En el proceso proyectual del arquitecto el dibujo no se entiende como una herramienta que únicamente expresa las ideas para convertirse en un fin en sí mismo, sino que, fundamentalmente, el dibujo permite investigarlas y desarrollarlas en aras de una realidad final. En estos bocetos vemos entremezclados esquemas en planta, secciones del terreno o el desarrollo geométrico de una determinada cubierta. El rigor de la geometría facilitará formalizar las cuadernas de un barco, el diseño de mobiliario o la cubierta de su celebrada Ópera de Sidney.
Se ha establecido que la arquitectura de Utzon tiene dos rasgos básicos: un basamento grávido y una contrastada cubierta flotante con referencias a la arquitectura tradicional. Sin embargo, a través de uno de los bocetos que se presentan en esta publicación, Sidney (1956), se aprecian referencias a la propia identidad danesa. Y si hay algún elemento de modernidad que identifique esta cultura son las lámparas de Poul Henningsen. El conocido sistema ‘PH’ esconde el foco lumínico y una luz indirecta fluye a través de una serie de láminas metálicas. Se ilumina mágicamente el suelo y deja en semi-penumbra el techo. En Sidney, Utzon colocó el modelo ‘Artichoke’ invertido y sobre las mesas. Ahora la luz inundaría el espacio desde abajo. Girar el elemento 180 grados expresaba otra de las inteligentes cualidades danesas: una rebeldía hacia lo establecido desde lo establecido. A través de esos bocetos observamos que Utzon también recurrió a esa armoniosa sección de las lámparas de Henningsen, cuya mitad se coloca a 90 grados sobre una plataforma que bien podría ser la de Monte Albán, México. El resultado: la Ópera de Sidney. La nueva ‘lámpara tumbada’ no emitiría ningún tipo de luz, sino que provocaría el efecto inverso: su captación.
Tras los tres volúmenes que integran la serie Utzon Logbook —The Courtyard Houses, Bagsværd Church y Two Houses on Majorca— la editorial danesa Bløndal publica Kuwait National Assembly. Le seguirá un quinto libro consagrado al sistema constructivo ‘Espansiva’.
Podríamos señalar que este cuarto tomo expone la filosofía arquitectónica del maestro danés aplicada al campo de la prefabricación, uno de los más significativos de su obra. El exhaustivo trabajo editorial muestra el proyecto de Kuwait, que ya desde sus orígenes utiliza referencias constantes al orden de los templos egipcios, a la naturalidad de la arquitectura popular de Ouarzazaté en Marruecos, o a los intensos contrastes de Isfahan o Séojane en Irán. Estas referencias van acompañadas con textos de sus colaboradores en la redacción del proyecto —Hans Munk Hansen, Stephen Gardiner, Oktay Nayman, Johan Fogh, Erik Reitzel y Børge Nissen— donde se reflexiona sobre su génesis, el lugar, la estructura y el sistema constructivo. También incluye un texto del propio Utzon, nacido de una entrevista realizada en diciembre del 2007 donde explica las decisiones de proyecto.
Los primeros referentes son los ‘proyectos bazar’ de Utzon como tesis de esa influencia de la arquitectura árabe. Se recurre al mecanismo de un homogéneo cuerpo bajo y unas cubiertas que puntúan los espacios más significativos. Esta relación se establece desde los primeros bocetos que son publicados junto a la documentación del concurso restringido.
El apartado siguiente, el de la ejecución del proyecto, es ejemplar. Aparece expuesto el desarrollo geométrico de los elementos, su explicación formal y constructiva. El prefabricado formalizará las intenciones iniciales, aquellas que flotan, simultáneamente, en la intuición y en la memoria.
Este magnífico libro confirma que en la buena arquitectura confluyen los requisitos constructivos, las aspiraciones funcionales y el rigor estético, como así ocurre en la obra de Jørn Utzon.