El siglo XX de España, como el del tango Cambalache, ha sido problemático y febril. La ‘Historia Penguin de la España moderna’, que se inicia en 1898 y se extiende hasta la pandemia de 2020-2022, describe una etapa efectivamente agitada y convulsa, pero no muy diferente a la de otras naciones europeas. En una obra que será de referencia en el mundo anglosajón, Nigel Townson utiliza los trabajos de un cúmulo de historiadores españoles recientes para construir un relato equilibrado y ecuánime que pone en cuestión la supuesta anomalía o excepcionalidad del país. La España de hoy se presenta como «una democracia estable y próspera que tiene sus propias peculiaridades, lo mismo que todas las demás democracias del continente», y la narración histórica subraya esta condición común relacionando cada período con el más amplio marco europeo. Así, el libro transita desde el Desastre y la regeneración del cambio de siglo, la dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República hasta la tragedia de la Guerra Civil, las largas décadas del régimen de Franco, la Transición y la democracia, en todos los casos ofreciendo un contexto internacional que hace menos singular la experiencia española.
Sin apenas referencias a los historiadores británicos que le han precedido —Raymond Carr, Gerald Brenan o Hugh Thomas—, que juzga fascinados por el mito romántico de la Guerra Civil como la última ‘gran causa’ y excesivamente centrados en lo político, Townson se alimenta de los estudios publicados en España durante los últimas cuatro décadas, con su mayor énfasis en la economía, la sociedad y la cultura, y que conjuntamente desmienten el relato de ‘fracaso, estancamiento y retraso’ tantas veces usado como hilo conductor de la historia reciente del país. La que ahora publica Penguin es en todo caso esencialmente política, aunque atenta a las transformaciones sociales y económicas, y con solo esquemáticos bosquejos de contexto cultural, pese a que su autor, profesor de historia en la Universidad Complutense, es también editor de la obra del escritor Arturo Barea. Tanto este como Buñuel, Lorca, Alberti, Picasso o Dalí, aparecen episódicamente en el relato, lo mismo que Ortega y Gasset o Unamuno, pero se echan de menos algunas pinceladas que otorguen profundidad literaria o artística a un panorama que presta sobre todo atención sociológica a la cultura de masas.
En el terreno de la arquitectura, el modernismo de Domènech y Gaudí se menciona como reflejo de la prosperidad barcelonesa en el tránsito entre siglos, mientras la Gran Vía o «edificios art déco como el Círculo de Bellas Artes» testimonian la transformación de Madrid, y las exposiciones de 1929 en Barcelona y Sevilla, centradas en sendas plazas de España, muestran el espíritu nacionalista de la dictadura de Primo. Los arquitectos rara vez se mencionan, y si el pabellón de 1937 aparece como escenario del Guernica, Sert está tan ausente como Palacios o Zuazo, y otro tanto sucede con Bohigas, Bofill, Moneo o Calatrava, por más que los Juegos Olímpicos o la Expo 92 se describan como emblemas del annus mirabilis de la democracia española, o que edificios como el Reina Sofía, el Museo de Mérida, el Auditorio Nacional de Madrid, el Guggenheim de Bilbao o las restauraciones del Teatro Real y del Liceo se presenten como ejemplos de la expansión del estado del bienestar. Una excepción a esta ausencia de nombres propios es Javier Carvajal, cuyo pabellón de España en Nueva York, levantado para la Feria de 1964 y visitado por 23 millones de personas, se describe en detalle, al considerarlo el éxito más notable de la apertura promovida por Manuel Fraga para mejorar la imagen del régimen: con un coste superior al de la película que ganó el Óscar ese año, Mary Poppins, y alabado por Life como ‘la joya de la Feria’, el pabellón «fue tratado con adulación casi universal por los medios estadounidenses».
La mirada del otro es a menudo esencial para conocerse mejor, y este volumen, aunque orientado al público anglosajón, merece también leerse por los españoles, que descubrirán en él un país quizá problemático, pero de ningún modo excepcional o diferente.