A su muerte en 1988, Luis Barragán dejó a su amigo Óscar Ignacio González todos sus objetos personales; a su también amigo Ignacio Díaz Morales le encomendó elegir la institución que considerase más adecuada para entregar su valiosa biblioteca. Este
«Un mal cliché puede arruinar una explicación», decía en una ocasión Le Corbusier, que siempre posó seguro ante la cámara, como una modelo profesional que nunca improvisa. Esta actitud consigue aflorar incluso en los desinhibidos reportajes que, entr
«Le Corbusier no es un epifenómeno. Hunde sus raíces en la sustancia misma de su época. (...) Los materiales y las formas de construcción que provienen de las técnicas modernas se transforman con él en un lenguaje de formas todavía desconocido. (...)