Peter Zumthor

A primeros de septiembre, el suizo Peter Zumthor (Basilea, 1943) viajó a Copenhague para recibir de la reina Margarita de Dinamarca los 200.000 ecus del premio Carlsberg. La extraordinaria acogida crítica y el impacto mediático de dos edificios últimos, las termas de Vals y la Kunsthaus de Bregenz, lo ha sacado del relativo anonimato desde el que producía una obra ensimismada y exquisita, abstracta en su rigor geométrico, sensual en su perfección material y vernácula en su vinculación al lugar y a la memoria. Formado primero como ebanista, Zumthor estudió arquitectura en Basilea y Nueva York. Tras una década en el Departamento de Patrimonio de Los Grisones, fundó su propio estudio en 1979. Veinte años más tarde, en el primer tramo de su biografía construida aparecen pequeños proyectos casi secretos, como el paralelepípedo de listones que protege unos restos arqueológicos en Chur, la capilla revestida de escamas de San Benedicto en Sumvitg o la caja pétrea de las viviendas para ancianos en Masans; y al último corresponden encargos mayores y con visibilidad internacional: un centro de documentación sobre los crímenes nazis en Berlín, y el pabellón suizo en la Expo 2000 de Hannover.