La creación contemporánea saca cada vez más provecho a la nueva cultura digital, como demuestran distintas muestras recientes.
El metaverso está llegando y va a cambiarlo todo. La misiva la lanza Future Art Ecosystems (FAE), el informe anual que elaboran las Serpentine Galleries de Londres y que recoge las herramientas analíticas y conceptuales con las que construir el museo del siglo XXI. Todo eso que pasa entre los bastidores del ecosistema del arte del futuro. Dicen que es el término clave de este 2021, aunque nació en 1992, en las páginas de Snow Crash, novela de Neal Stephenson, para hablar de un nuevo paisaje, mitad digital, mitad físico, como nueva potencia de lo vivible. Hoy llaman metaverso al nuevo internet, a la mezcla de impulsos virtuales, a la engañosa empatía del me gusta, a esa conectividad ubicua gobernada por calculados diseños de pantalla que ha generado esta especie de sociedad virtual democratizada que lleva a vivir rápido y en bucle...
El País. Pasar pantalla: el arte a base de ‘likes’ y algoritmos