1929-2021
Con el fallecimiento de Oriol Bohigas a los 95 años desapareció uno de los maestros más influyentes de la segunda mitad del siglo xx en España, pero también toda una manera de entender la profesión, el poder y la esfera que conecta ambos: la ciudad. Bohigas tuvo una dilatadísima carrera como arquitecto. En los precarios años cincuenta, frecuentó un racionalismo eficaz, unas veces más seco y otras más organicistas. Durante el desarrollismo, el barcelonés —y su estudio MBM— hizo de la vivienda un campo de experimentación tipológica y de compromiso con los paisajes naturales y urbanos. Y, con la llegada de la Transición y la democracia, optó por un eclecticismo moderno con el que fue capaz de atender con tino a los programas que demandaba la época. El Bohigas constructor es una de las facetas del poliédrico personaje. Otra es la intelectual y docente, ligada a Arquitecturas Bis y a sus libros de historia y crítica, siempre idiosincrásicos. Con todo, la gran aportación de Bohigas fue su papel en la transformación de la Barcelona olímpica, tanto como cirujano de hierro al que no le tembló el pulso a la hora de «higienizar y monumentalizar» cuanto como inteligente y vitriólica conciencia arquitectónica de la ciudad.