A principios de los años sesenta, la carrera de Paul Rudolph (1918-1997) alcanzó el cénit con obras como la Escuela de Arquitectura de Yale, un escultórico volumen en hormigón estriado. Una década más tarde, la monumentalidad expresionista común a la segunda generación del Movimiento Moderno fue blanco de las críticas de Venturi y el Posmodernismo emergente, pero él siguió fiel a sus principios, perdiendo notoriedad en su país. Diversos encargos en el sureste asiático, como el Bond Centre en Hong Kong y varias residencias en la Costa Este mantuvieron a Rudolph en la brecha casi treinta años más, periodo que se recoge en este tomo, profusamente ilustrado con croquis y fotografías.