La última película de Francis Ford Coppola es un delirio sin un mínimo de gracia, con un argumento imposible seguir, mezclando géneros de forma confusa y sin el menor interés.
Excepto para espectadores despistados respecto a la personalidad y la obra anterior del señor que firma Megalópolis, es imposible que cualquier cinéfilo e incluso un público mayoritario olvide en algún momento el nombre de su creador. Y su significado en la historia del cine. Este señor se llama Francis Ford Coppola. Tiene 85 años. No se ha jubilado, pero rodar una película a su provecta edad puede estar relacionado con el definitivo testamento, la sensación de que es improbable que pueda seguir narrando historias...
El País: ‘Megalópolis’, tan delirante como pretenciosa