Un equipo holandés consigue por primera vez intercambiar qubits entre nodos distantes y sin conexión directa entre emisor y receptor.
La computación cuántica avanza con pequeños pasos de gigante. Pequeños porque los logros que se alcanzan suponen rupturas singulares de las limitaciones. Pero gigantescos porque cada zancada abre un mundo de posibilidades infinitas. Es el caso de la investigación liderada por Ronald Hanson, físico del laboratorio QuTech, de la Universidad de Delft (Holanda), quien ha logrado, según publica Nature, teletransportar información cuántica a través de una red rudimentaria sin conexión directa entre emisor y receptor. El teletransporte básico ya se había conseguido (el equipo de Hanson y otros ya lo han demostrado). Pero solo entre dos puntos, denominados Alice y Bob, o entre nodos adyacentes. Ahora, a esta pareja se une Charlie a distancia. Los tres forman la primera red que, aunque rudimentaria, permite pensar en un internet cuántico, con posibilidades infinitas de computación y de observar un mundo hasta ahora desconocido...
El País: El primer teletransporte en red abre el camino al internet cuántico