La arquitectura orgánica
Frank Lloyd Wright creía que los Estados Unidos deberían tener una cultura propia, una cultura sin influencias europeas, que reflejase los ideales democráticos de la nación. Con el fin de hacer realidad esa creencia, concibió una arquitectura que expresara y reforzara dichos ideales.
Cuando Wright comenzó a ejercer como arquitecto en 1893, sus proyectos residenciales fueron considerados radicales y «curiosamente modernos». Las líneas horizontales abiertas y extendidas, las bajas proporciones estrechamente asociadas al terreno, los grandes aleros y las cubiertas con faldones en suave pendiente son algunos de los rasgos distintivos que caracterizan su primera arquitectura doméstica. Pero tras estos rasgos externos se estaba gestando todo un nuevo lenguaje arquitectónico. Wright, de hecho, había llevado a cabo una completa ruptura con los estilos predominantes en aquella época. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que las casas y los edificios de los Estados Unidos comenzaran a mostrar algunos de los elementos básicos de su obra: la planta libre, la ventana en esquina, el cochera abierta y el uso del acero, el hormigón armado y la luna de vidrio, todo ello empleado de maneras diversas, novedosas y revolucionarias…[+]