Puede parecer una estampa típicamente navideña: nieve recién caída acumulada, perfecta para hacer muñecos o simular siluetas de ángeles en el suelo. Pero si nuestra intención es visitarla, es posible que nos quede un poco lejos (de presupuesto y de kilómetros), ya que el cráter Korelev se encuentra en el Polo Norte de nuestro vecino Marte.
Sin embargo, la imagen tiene un secreto: en realidad no es nieve, sino una capa de 1,8 kilómetros de espesor formada por hielo de agua que se mantiene perpetuamente encima del cráter. Esta presencia continua de hielo se debe a un fenómeno denominado acertadamente «trampa de frío», pues eso es precisamente lo que hace...