Una colección de muebles sobre la sexualidad femenina revive la larga tradición del diseño doméstico más o menos amoroso.

Cama redonda, de media luna, king size, rectangular-columpio y redonda-columpio. Bañera circular, en esquina, en forma de corazón y bañera-piscina. Asientos chupa-pop y gira gira, silla giratoria, bloque de suelo y potro árabe. Sillón tantra (1 y 2). Jaula picota, silla de azotes, y bancos de tortura (1 y 2). Barra de pole dance, cruz de San Andrés, panel BDSM y columpio (1, 2 y 3)...

Hay 11 categorías y 47 modelos de muebles y elementos domésticos que aparecen identificados en la investigación Arquitecturas del placer, de la arquitecta Ana Ródenas Gómez. Y muchos de esos muebles no tienen un nombre conocido, sólo tienen un dibujo esquemático que los representa. Hay una butaca que parece una hache minúscula, hay una cabecera de cama llena de agarraderas y hay un sistema de hierros que es como un castillo infantil de esos que había en los patios de los colegios antiguos. Y todos son medios y representaciones de la sexualidad hallados por Ródenas en decenas de love hotels de España, Alemania, Japón y México, en esos hoteles por horas que acogen a los amantes...

El Mundo: Hoteles del amor, ajuares eróticos y 'pornotopías'... Un siglo de mobiliario para el sexo