El mundo que viene: la casa autónoma y la ciudad vertical

31/08/1999


Los proyectos más visionarios de Foster surgieron de su colaboración y amistad con Buckminster Fuller. En 1971 proyectaron dos burbujas que no llegaron a materializarse: un teatro subterráneo y una oficina paisaje que sirvió de inspiración para Willis Faber; y en 1982 volvieron a trabajar juntos, en una casa autónoma geodésica de la que sólo se hicieron maquetas. Al año siguiente, diez días después de su discurso en la ceremonia de entrega a Foster de la medalla de oro del RIBA, Fuller falleció, y Foster tuvo que esperar hasta 1989 para abordar otro proyecto futurista en la estela del maestro norteamericano. La oportunidad surgió con una promoción de la corporación japonesa Obayashi en terrenos ganados al mar. Foster propuso una torre cónica de 840 metros y 170 plantas (el doble que la más alta del mundo), ceñida por una malla de acero helicoidal, que contenía oficinas, tiendas, hoteles y viviendas. Con reminiscencias de la torre de una milla de Wright y de las fantasías urbanas de Archigram, la torre del Milenio es un proyecto ingenieril en la tradición de las torres de comunicaciones, y también una utopía social inquietante (una comunidad enclaustrada que surge como una isla virtual), así que el abandono del proyecto produce inevitablemente sentimientos encontrados...[+]


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