El fotógrafo Boris Savelev (Chernovtsi, 1947) siempre ha tenido una mirada independiente, y a lo largo de casi seis décadas de carrera ha definido un característico lenguaje pictórico, marcado por fuertes contrastes de colores y unos particulares tonos rojos. Con sus imágenes dio cuenta de una realidad social de la Unión Soviética alejada del relato oficial, y ha inmortalizado la vida callejera de ciudades como Moscú, Londres o Madrid. Savelev define su obra como un proceso intuitivo en el que no planifica ningún enfoque o encuadre y solo captura «lo que siente». Esta singular y variada producción se recoge ahora en la madrileña Serrería Belga, en una muestra acompañada del Premio PHotoESPAÑA en reconocimiento a su trayectoria.