Como parte de un proyecto agroturístico en las estribaciones de los montes Laurentinos, una granja hortícola se completa con cuatro refugios diseñados por los quebequeses Atelier L’Abri. Con un apuntado perfil triangular, las construcciones recubiertas con tablillas de cedro proporcionan las comodidades de una habitación sin menoscabo de la sensación de acampar al aire libre.