The Light Facade, the Case of Folcrá
Tensegrity Designs
La empresa Folcrá se presenta comercialmente como ‘la artesanía de alta tecnología’. Este aparente oxímoron es, en realidad, una definición muy acertada. Como vimos en el caso de Cricursa (Arquitectura Viva 136), este tipo de empresas no trabajan a partir de un catálogo: sus soluciones son específicas, diseñadas a medida, exclusivas. Los criterios y el know-how del industrial van engrosando una base de conocimiento técnico en constante evolución, pero sin generar un producto comercial estandarizado. En este contexto, Folcrá se ha especializado en hacer posibles las visiones y las fantasías de los arquitectos en relación a las envolventes de los edificios que proyectan.
Folcrá obtiene los mejores resultados técnicos cuando tiene la oportunidad de trabajar con el arquitecto desde las fases iniciales. Es entonces cuando su capacidad técnica y larga experiencia pueden dialogar con las ideas de proyecto, potenciando sus resultados. Este diálogo no se inicia ex novo. La empresa tiene su propia trayectoria investigadora, su propio proceso innovador, y algunos de los trabajos se convierten en hitos de ese trayecto. Al fin y al cabo, las intenciones del arquitecto suelen insertarse en un marco previsible: la ligereza y la transparencia casi siempre; en ciertos casos, la economía y el confort; en casi ninguno, desgraciadamente, la sostenibilidad...