Iñaki Ábalos y Juan Herreros describen su ciudad como «el centro de un gigantesco atolón con su corona —la costa española— hiperpoblada y en permanente tensión vital y dialéctica con el centro.» Considerada como metáfora de un mundo que pide ser reciclado con imaginación y pragmatismo, Madrid fue el hilo conductor de la exposición que el estudio montó la pasada primavera en Barcelona, de la que ha surgido este libro, segundo de los que editan con Actar tras Áreas de impunidad (1997).

Aunque no se publica aquí, su primer trabajo fueron unas depuradoras en el noroeste de Madrid; y el último, al que se dedica la mitad del volumen, la nueva planta de tratamiento de residuos del vertedero de Rivas Vacíamadrid, en la zona sureste. Así, incluso desde el propio programa, las obras proclaman esa voluntad de Ábalos y Herreros de reciclar unas convenciones establecidas en torno a la arquitectura y el papel del arquitecto. Junto a textos de los autores y de Ignasi de Solà-Morales, Pep Xurret, Eduardo Arroyo y Ana Yagües, proyectos como la torre bicéfala de Algeciras o la estación del AVE para Zaragoza apuntan otros asuntos (en el centro de los cuales la disolución de la dualidad natural- artificial) que inciden en la trayectoria de los madrileños.