Posthumous Tribute to Cartier-Bresson, Avedon and Newton
Eyes of the 20th Century
Con la muerte de Henri Cartier-Bresson, Richard Avedon y Helmut Newton en el año 2004 desaparecen tres de los más claros paradigmas de ‘fotógrafo aureolado’, una especie que los derroteros recientes del medio han puesto en evidente peligro de extinción. Son tres personajes muy diferentes entre sí, pero comparten el haber encarnado una concepción del fotógrafo como sagaz intérprete de una realidad que es moldeada por su mirada singular. Las grandes revistas de información o de moda, a las que adeudaron su reputación, se disputaron sus imágenes y, en un siglo que ha visto al retrato pictórico eclipsarse casi por completo, ricos y famosos guardaron turno para ser inmortalizados por ellos. Trabajando casi siempre en blanco y negro, a menudo por encargo, y evitando las manipulaciones de laboratorio —más aún las digitales— los tres se sitúan en un territorio intermedio entre el reportaje y el arte, entre el periodismo o la publicidad y la creación. Hasta aquí las similitudes entre ellos. Porque mientras Cartier-Bresson huyó de la celebridad y mantuvo una actitud íntegra de compromiso humanista, siempre en contacto con el arte y la intelectualidad, Avedon y, sobre todo, Newton cultivaron una imagen más frívola de tíos guapos, ególatras y geniales, que transforman en oro mediático lo que su ojo trasladaba a la emulsión. Pero observen cómo tanto en la pupila de la mujer amordazada de Cartier-Bresson cuanto en las gafas de sol de la mujer policía de Newton se vislumbra la silueta del fotógrafo... [+]