Souto de Moura, edificio en el Campus Novartis, Basilea, 2011

El vidrio, en cuanto simple cerramiento de un hueco, no puede garantizar una protección completa frente al sol, la luz, ni la privacidad. Los vidrios contemporáneos han incrementado su eficacia protectora respecto de la radiación solar, pero siempre a un coste muy elevado, y sacrificando la captación de luz. Pero, sobre todo, los vidrios no son, todavía, filtros graduables. Queremos protegernos del sol en verano, pero lo buscamos como fuente de calor en invierno. El confort es una cuestión de adecuación a cada situación y de sutiles matices en su graduación. Acotar las visuales, conseguir la oscuridad total o una leve penumbra, redirigir la luz hacia zonas de la estancia donde no deslumbre pero sí permita un grado de iluminación suficiente, son posibilidades que únicamente una protección practicable hace posible...