Monteagudo, pedanía de Murcia conocida por su imponente castillo, cuenta ya con un pequeño museo diseñado por el estudio madrileño dirigido por Andrés Cánovas, Atxu Amann y Nicolás Maruri. Enclavado al pie de la fortaleza, el edificio se dispone orgánicamente en torno a una capilla barroca. La nueva construcción se adapta a las condiciones del entorno, dando respuesta tanto a la necesidad de proteger y poner en valor los restos arqueológicos como a las particularidades urbanas del lugar, en especial su alta densidad. Concebida como un lugar de sombra, la planta baja —abierta y urbana— organiza sus espacios en torno a potentes pantallas de hormigón, mientras que la planta superior —cerrada y programática— es un cuerpo que se abre sólo para capturar las vistas del castillo. El revestimiento del edificio —basado en la repetición de un motivo de lazos recortado sobre plancas de acero corten—contribuye a cualificar el espacio interior a través de la luz tamizada