Zhujiajiao es uno de los pocos enclaves de las cercanías de Shanghái que ha escapado del tráfago inmisericorde de la capital económica de China. Situada entre dos ríos, la ciudad conserva buena parte de su casco histórico, ahora protegido por exigentes leyes patrimoniales, y sus estrechas calles parecen dormir en una atmósfera de calma y silencio.

Es en tal contexto donde se levanta este centro de mayores cuya forma, materiales y ambientes respetan el espíritu del lugar. El respeto parte de la inspiración en las tradiciones constructivas chinas, en particular las del sur del río Yangtsé, que provienen a su vez de un libro clásico: Yin Zao Fa Yuan (Principios y orígenes de la construcción), escrito por Yao Chengzu, un arquitecto de la dinastía Qing. Los principios de este tratado se han seguido de varias maneras. En primer lugar, en la búsqueda de una atmósfera familiar que resulte reconocible por los ancianos. En segundo lugar, en la renuncia al uso de ornamentación, así como en el empleo de técnicas tradicionales de construcción con madera. Finalmente, en el recurso a galerías exteriores y, sobre todo, al patio interior, elemento central en torno al cual se disponen las diferentes estancias.

El resultado es un edificio pegado al suelo, con un pie en el interior y otro en el exterior, y compuesto por escenarios amables; un edificio que se integra silenciosamente en su entorno.